¿Los 10 Líderes Políticos más Perversos o amados?

W. Schwieger

 

Los Alfonsos


Para hallar a los líderes políticos contemporáneos más populares en Colombia  nos debemos remontar,  irremediablemente, a la historia controversial de dos partidos que lograron, después de muchas disputas, un lugar destacado en la historia de Colombia. 

Nos referimos al partido liberal y al partido conservador,  ambos,  componentes de la espina dorsal que sostiene  la historia política colombiana,  también promotores del presente sórdido de los colombianos, que parieron magistralmente los dos polos más sangrientos de nuestro país: Las Autodefensas como respuesta casi fascista del liderazgo Institucional y las FARC, alternativa gestada después de Movimiento Obrero Liberal gestado por Alfonso López.

Es verdad que existieron  líderes amados por el pueblo, tan queridos que la maquinaria no los soportó. Nombremos a los más destacados: Jorge Eliecer Gaitán, Álvaro Gómez Urtado, Luis Carlos Galán y por su puesto,  uno de los más queridos como lo fue,  en su momento,  Jaime Garzón y su personaje “Edilberto de la Calle “.

Si hablamos de Líderes más amados por el pueblo, haciendo énfasis en la población en general nos es fácil identificarlos entre tantos abusivos, pues nos caben  en  los dedos de una sola mano. Si prendemos identificar, en cambio,  a los líderes más amados por los corruptos, casi que no se escapa ninguno, o si, tal vez el venerable Carlitos Lleras Restrepo, el cual tuvo la osadía de introducir tanques a la Universidad Nacional con el ánimo de establecer los límites entre la educación y la anarquía. Pues es evidente que el “alma mater” está para darle educación al pueblo y no para que utilicen su  campus en un polígono de papas calientes y chorros de agua.

Muy diferente es   Alfonso López Pumarejo, corsario económico que se apropió de la Handel y la Trilladora del Tolima, quién renuncia convenientemente cuando la violencia bipartidista  se le sale de las manos.

En 1946 este magnífico y querido personaje opta por la neutralidad para no verse enredado entre la disidencia de  Jorge Eliecer Gaitán y Gabriel Turbay, candidato oficial, dejando un país resquebrajado que abandona para vivir en el extranjero.

Alfonso parece ser el reflejo de muchos padres irresponsables que abandonan a sus hijos  a su suerte. ¿Será por ello que a estos “queridos” individuos se les llama “Padres de la Patria”?  Mientras tanto,  la violencia crece de manera significativa y cobra infinidad de vidas. Y como si fuera poco, aparece nuevamente el nombre de Alfonso personificado en su hijo Alfonso López Michelsen "el Casi Inmortal" ,  quien entra a la arena política  dotado de una gran capacidad para el blufeo y el engaño,  quién además tuvo la osadía de fundar el Movimiento Obrero Independiente Revolucionario   (MOIR) , encendiendo la mecha para darle cabida a tres de las más violentas manifestaciones de la insatisfacción política  : EL EPL, LAS FARC; y el ELN. Su liderazgo irresponsable y traicionero,  que  desobligó significativamente a sus seguidores, que  viéndose céfalos y defraudados,  voltearon su mirada hacia el Marxismo.  

El MOIR tenía como objetivo atrapar descontentos opositores del Frente Nacional, instaurado por liberales y conservadores en 1957 para sacar al teniente general Gustavo Rojas Pinilla de la presidencia, a quien los mismos liberales y conservadores habían colocado y mantenido.

 

Cuando el fuego de la revolución cambia durante la década de los 70s, Alfonsito pesó: ¡Oh, he creado un Monstruo! y decide abandonar el MOIR para irse al Partido Liberal, obviamente dejando a sus correligionarios prendidos a la brocha, cosa que a estos no les quedó  más remedio que emigrar a las filas de las guerrillas.

 

Lo fantástico de todo esto, es que seguimos amando a estos ilustres maestros de la retórica y el engaño.

Al llegar a la presidencia en el 74,  su discurso revolucionario vende con la más trillada y fastidiosa frase que casi todos los doctorcitos emplean actualmente para encantar al pueblo, aquella que dice que hay que “cerrar la brecha” social, frasecita divertida que además su padre no pudo poner en práctica.

Expuesto a una de las manifestaciones sociales más contundentes como lo fue el Paro Nacional en Septiembre de 1977,  se le ocurre la fabulosa idea de aplicar el Estado de Sitio para reprimir a los grupos de izquierda que en un pasado alimentó gracias a su irresponsabilidad y egoísmo, con el único fin de  rescatar al liberalismo de su crisis.

 

Esté al tanto de los siguientes 8 líderes en los próximos días...