Anotaciones  sobre el Perdón y la Reconciliación

Sin  Reparación, la Reconciliación no tiene sentido

Por Konrad Streinesberger

 

Lamentablemente debemos reconocer que los temas del perdón y la reconciliación han sido históricamente dominados únicamente por la religión, la teología o la ética personal, de tal manera,  que la humanidad se ha privado severamente de una herramienta psicoterapeuta, social y espiritual para lograr un estado de paz sostenible. Sin embargo, y por fortuna, el perdón y la reconciliación han ganado un espacio en la política, la diplomacia y como oportunidad para que las sociedades puedan construir sistemas democráticos que logren sostener una conveniente seguridad para la convivencia pacífica.

Por otro lado, debemos advertir,  que el perdón y la reconciliación como medios efectivos para la sanación de los odios y deseos desobligantes, deben estar acompañados de una alta dosis de prevención que logre disminuir la vulnerabilidad del ser social hacia la violencia.  Esta dosis se debe reflejar  en la proporción de sistemas de justicia social coherentes que permitan prevenir, las agresiones  futuras entre los miembros de una sociedad.

El solo perdón y la reconciliación  no logran contener el impacto del statu Q  paquidérmico,  dónde la justicia cojea y el dolor aumenta constantemente  su patrimonio. Debemos evitar, pues,  que el sufrimiento se nutra nuevamente de los horrores de la inconsistencia  que olvida magistral y equívocamente los errores y el dolor del pasado. No puede existir reparación si no se hace remembranza del dolor y por lo tanto no existirá una reconciliación duradera. Tampoco puede existir reparación si se desconoce el motivador violento que provoca el infortunio de una sociedad que constantemente se somete a la lastimación. Debemos recordar siempre que las oportunidades de progreso deben ser equitativas, y,  en la justa medida en que estas se den, se presentan los talentos,  que de una u otra forma , le permiten al ser social identificar los sujetos con mejores calificaciones, para así,  determinar,  por meritocracia los verdaderos líderes que logren descubrir las herramientas y técnicas para la resolución de conflictos entre los seres humanos.

El que piense que el olvido es el estado óptimo de la sanación del proceso del perdón y la reconciliación, está errado, pues no se puede ser tan laxo como para olvidar los disparadores que hacen daño. Se perdona pero no se olvida para que el hecho agresivo sea identificado, escudriñado y resuelto de manera positiva, de manera que el agresor también se vea  dentro de esa misma paradoja del dolor. De lo contrario el dolor persiste porque la herida no ha sido eficazmente tratada para que pueda sanar.

Estadísticamente,   está claro que buena parte de los victimarios fueron antes víctimas que no lograron identificar  sus rabias y odios.  Además, hay una tendencia a  gastar enormes sumas de dinero para eliminar violentamente a los victimarios, desconociendo las necesidades y urgencias de las víctimas. El proceso de perdón y reparación no significa lo que muchos creen, una simple valoración de daños que deben ser resueltos y resarcidos por los actores inmediatos de la violencia, puesto como se dijo anteriormente los victimarios alguna vez pudieron haber sido víctimas.  En teoría no se trata de desenmascarar al que hace el mal sino al mal mismo; de lo contrario éste último seguirá victorioso meneándose insolente entre víctimas y victimarios.

Con frecuencia se olvida que la paz es algo que se aprende, que exige ejercicio, disciplina y esfuerzo para mantenerla. Antes de seguir hablando del  PERDÓN Y RECONCSILIACIÓN  no debemos desconocerle a la violentología sus aportes.

Para Freud en su famosa obra Mas allá del principio del placer (1920) y Konrad Lorenz en Acerca de la agresión  (1961), afirman que la violencia es innata a todos nosotros. Lorenz sostuvo que la violencia es causada por esos “instintos innatos programados” que Freud los resumió en Eros y Tanathos como las principales fuerzas psicodinámicas siempre en lucha por el control del ego. Como medio para controlar la violencia, Lorenz proponía el conocimiento de la evolución, la creación de amistades genuinas, el control del crecimiento de la población y la práctica de ejercicios atléticos. Freud, en cambio, subrayó la importancia del crecimiento individual y de la reflexión.

Para Young, May y otros, la violencia era a la vez parte de la condición humana pero también era creada y controlada por la cultura. La violencia ocurre cuando la gente está apabullada por sentimientos de impotencia,  ya que sus necesidades básicas de autoestima, identidad, reconocimiento, le han sido negadas. La violencia y la agresión normalmente se expresan a través de reacciones físicas cuando la expresión de otras formas de poder interno han sido negadas o desvirtuadas (el poder ser, el poder de autoafirmación).

A una terapia del Perdón y Reparación debe anteponerse el principio de que todos somos iguales, lo que cambia es nuestro entorno. Igualmente que todos poseemos la facultad de podernos violentar o apaciguar dependiendo de las circunstancias y de nuestro entorno. 

 

Bibliografía de apoyo:

Leonel Narváez Gómez, IMC
Elementos básicos de la teoría del Perdón y la Reconciliación

Reflexión preparada para la instalación de la FUNDACION PARA LA RECONCILIACIÓN Bogotá,

Club de Banqueros, Marzo 14 de 2003



DUDA JURÍDICA
 Existe una duda jurídica...Según la Iglesia Católica , la píldora que se toma la mujer "al día siguiente" de haber tenido sexo, ya es un aborto, entonces...: me surgen algunas dudas desde el ámbito jurídico:  
* La  masturbación ¿es homicidio prematuro o premeditado? 
* El sexo oral... ¿Será canibalismo? 
* ¿Podemos considerar el coito interrumpido, como abandono del menor? 
* Y  qué decir del preservativo... ¿Será homicidio por asfixia mecánica?   
* Y el sexo anal... ¿Es mandar al futuro hijo pa' la mierda...?  
Agradezco a quien se sirva esclarecer estas incógnitas, notificar lo más pronto posible al público en general para que no exista tanta confusión.